Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028

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Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 24-28

La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028 es el marco que guiará las políticas públicas en prevención de riesgos laborales en Andalucía durante los próximos años.

En un contexto donde el estrés, la ansiedad o el agotamiento emocional son riesgos cada vez más comunes, la estrategia apuesta por un enfoque integral del bienestar psicológico como eje central de la prevención. Entre las herramientas emergentes, el mindfulness para empresas se presenta como una práctica clave para fomentar entornos más equilibrados, resilientes y productivos.

Contexto y necesidad de una nueva Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo

La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028 nace en un momento clave para redefinir la prevención de riesgos laborales en Andalucía. Aunque la anterior Estrategia 2017–2023, permitió avances importantes, las cifras siguen siendo preocupantes. Especialmente alarmante es que más del 43 % de estos últimos se debieran a patologías no traumáticas como infartos o ictus, pero también estrés o ansiedad, lo que refleja el peso creciente de los factores psicosociales en la siniestralidad.

Frente a este escenario, se impone un cambio de paradigma. Ya no basta con evitar cortes, golpes o caídas. Ahora, la estrategia debe centrarse también en el bienestar psicológico y emocional, en la carga mental de los equipos de trabajo y en el estrés acumulado, muchas veces invisibilizado.

Digitalización, cambio climático y nuevas formas de trabajo

A los problemas tradicionales se suman riesgos emergentes derivados de la digitalización, el cambio climático o la transformación del modelo productivo. Estos fenómenos alteran los entornos laborales y generan nuevas formas de presión, inestabilidad e incluso aislamiento profesional.

La salud mental, tanto en trabajadores como en mandos intermedios y dirección, se ha convertido en un factor clave para la sostenibilidad de las organizaciones. En este contexto, prácticas como el mindfulness para empresas adquieren un papel fundamental como herramientas de gestión del estrés, mejora del entorno laboral y prevención del desgaste emocional.

De la obligación legal al valor estratégico

Otro elemento que justifica esta nueva estrategia es la evolución del concepto de prevención. Tradicionalmente asociada al cumplimiento normativo, hoy se entiende también como un activo estratégico para las empresas, especialmente para las pequeñas y medianas, que son mayoría en Andalucía. La inversión en entornos saludables, tanto física como mentalmente, no solo reduce costes por bajas laborales, sino que mejora la productividad y fortalece la cohesión de los equipos.

Una estrategia alineada con Europa

Por último, la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2028 se alinea con la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 y con las directrices del marco estratégico europeo. Esta coordinación asegura una respuesta integral, coherente y moderna a los retos actuales del mundo laboral.

Análisis de la siniestralidad en Andalucía con el anterior plan 2017-2022

Durante el periodo comprendido entre 2017 y 2022, Andalucía mantuvo cifras de siniestralidad laboral elevadas y relativamente estables. Aunque hubo fluctuaciones asociadas al COVID y al descenso puntual de la actividad económica, en el año 2022 se alcanzaron los 105.239 accidentes de trabajo registrados, una cifra superior a la de 2017 (100.155). De ellos, 1.172 fueron accidentes graves y 151 mortales.

Si bien la mayoría de estos accidentes fueron leves, el dato realmente significativo es la creciente proporción de accidentes mortales debidos a patologías no traumáticas (PNT), como infartos, ictus o derrames cerebrales. En 2022, estas causas supusieron el 43,80 % de los fallecimientos en jornada de trabajo, lo que las convierte en el principal motivo de muerte laboral en Andalucía.

Este patrón confirma una tendencia clara: más allá de los riesgos físicos tradicionales, los riesgos psicosociales son ya uno de los principales desafíos en materia de salud laboral.

El impacto del estrés y la desconexión emocional

El estrés crónico, la sobrecarga mental, la falta de descanso real o la presión constante por alcanzar objetivos imposibles tienen consecuencias físicas reales. No solo aumentan el riesgo de errores humanos que derivan en accidentes, sino que también afectan directamente al sistema cardiovascular y al equilibrio neurofisiológico.

Además, estos factores suelen pasar desapercibidos en los entornos laborales, especialmente en culturas organizativas donde la presión está normalizada y el autocuidado es percibido como debilidad.

Por tanto, una estrategia de seguridad y salud en el trabajo que quiera ser eficaz no puede limitarse a protocolos técnicos o medidas correctoras físicas. Necesita integrar herramientas que ayuden a las personas trabajadoras y equipos directivos a gestionar mejor su estrés, su atención y su equilibrio emocional.

Mindfulness: una herramienta preventiva para reducir la siniestralidad

En este contexto, el mindfulness para empresas se presenta como una intervención con gran potencial preventivo. Esta práctica, basada en la atención plena, ayuda a:

  • Reducir el estrés y la ansiedad, principales factores de riesgo de las PNT.
  • Mejorar la concentración y la toma de decisiones, lo que disminuye errores operativos que pueden acabar en accidentes.
  • Fortalecer la regulación emocional, permitiendo una mejor gestión de conflictos y del entorno laboral.
  • Fomentar una cultura laboral más empática y consciente, que favorece la prevención desde un plano más humano y colectivo.

Numerosos estudios ya respaldan el efecto positivo del mindfulness en la salud mental de trabajadores y directivos, y su inclusión como parte de los programas de bienestar corporativo está creciendo en empresas de todo el mundo. Incorporarlo dentro del marco de una estrategia regional como la EASST 2024-2028 supone ir un paso más allá en la prevención de riesgos laborales.

Un cambio necesario en el modelo preventivo

El elevado peso de las enfermedades de origen psicosocial en los datos de siniestralidad demuestra que no se puede hablar de seguridad sin hablar de salud mental. La Estrategia Andaluza actual incorpora por primera vez este enfoque de forma prioritaria, abriendo la puerta a iniciativas como la promoción del mindfulness en las empresas andaluzas.

Así, si se quiere mejorar realmente la siniestralidad en Andalucía en los próximos años, es necesario apostar por una prevención que no solo actúe cuando el daño ya está hecho, sino que intervenga antes: cultivando calma, presencia y equilibrio en el día a día laboral.

cambio necesario en el modelo preventivo

Objetivos principales para la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 24-28

  • Reducir la siniestralidad laboral en Andalucía, con especial atención a los accidentes graves, muy graves y mortales.
  • Mejorar la prevención de enfermedades profesionales, incluyendo tanto las traumáticas como las no traumáticas.
  • Fortalecer la cultura preventiva en todos los niveles: empresas, instituciones, personas trabajadoras y sociedad en general.
  • Impulsar una gestión preventiva eficaz, adaptada a la realidad de cada sector y tamaño empresarial, especialmente en pymes y micropymes.
  • Promover entornos laborales seguros y saludables, integrando también aspectos de bienestar emocional y salud mental en las estrategias preventivas.
  • Atender de forma específica a colectivos vulnerables, como personas trabajadoras migrantes, con diversidad funcional o en situaciones de especial riesgo.
  • Incorporar la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, desarrollando medidas diferenciadas cuando sea necesario.
  • Abordar los riesgos emergentes derivados de la digitalización, el cambio climático y las nuevas formas de organización del trabajo.
  • Mejorar la coordinación entre los distintos agentes del sistema de prevención: administración, servicios de prevención, mutuas, inspección de trabajo, sanidad laboral, etc.
  • Aumentar el nivel de formación en prevención de riesgos laborales, tanto técnica como en habilidades blandas (gestión emocional, liderazgo saludable…).
  • Desarrollar herramientas de seguimiento y evaluación mediante indicadores que permitan medir el impacto real de las actuaciones.

¿Cuál es el plan de actuación de la EASST?

El plan de actuación de la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024–2028 es el instrumento operativo que concreta las acciones a desarrollar para alcanzar los objetivos de la estrategia. Está dividido en dos fases:

  • I Plan de Actuación (2024–2026)
  • II Plan de Actuación (2027–2028)

El primero de ellos, ya aprobado, recoge 100 acciones específicas con una dotación presupuestaria de casi 23 millones de euros. Estas medidas se centran en reducir la siniestralidad, reforzar la prevención de enfermedades profesionales —especialmente las no traumáticas—, atender a sectores con alta incidencia de accidentes y promover la salud mental y el bienestar emocional en los entornos de trabajo.

Además, el plan da prioridad a las pequeñas y medianas empresas, que reciben más del 60 % del presupuesto, y pone un énfasis especial en la formación, la perspectiva de género y la protección de colectivos vulnerables.

Todas las acciones están coordinadas por la Dirección General de Trabajo, Seguridad y Salud Laboral, junto al Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales y los Centros Provinciales de Prevención. El plan será evaluado en 2026 para ajustar las líneas del segundo plan (2027–2028).

Perspectiva de género en el EASST

La EASST integra la perspectiva de género como una herramienta clave para garantizar una prevención eficaz, igualitaria y adaptada a las características de cada persona. Reconoce que hombres y mujeres no siempre enfrentan los mismos riesgos laborales ni responden de igual forma al estrés, la carga mental o las condiciones organizativas del trabajo.

En este contexto, la incorporación del mindfulness en los entornos laborales aporta beneficios especialmente valiosos para avanzar en este enfoque inclusivo. La práctica de la atención plena ayuda a mejorar la gestión emocional, reducir el estrés y aumentar la resiliencia psicológica, factores que impactan de manera diferente según el género debido a desigualdades estructurales o roles asumidos socialmente.

El mindfulness también promueve una mayor conciencia interpersonal y empatía, lo que favorece un clima laboral más saludable y respetuoso con la diversidad. Aplicado desde una perspectiva de género, permite detectar mejor las tensiones específicas que pueden vivir las mujeres en el trabajo y dota a las organizaciones de herramientas para responder de forma más humana y equitativa a esos desafíos.

Así, la estrategia andaluza no solo apuesta por prevenir riesgos físicos y psicosociales, sino por hacerlo desde un enfoque que integre el bienestar emocional con sensibilidad de género, y el mindfulness se convierte en una vía especialmente potente para conseguirlo.

¿Cómo se va a hacer la evaluación y el seguimiento de estas medidas?

La EASST establece un sistema riguroso de evaluación y seguimiento para garantizar que las medidas adoptadas sean eficaces y estén alineadas con los objetivos planteados.

Se contemplan dos momentos clave de evaluación:

  • Una evaluación intermedia en 2026, al finalizar el I Plan de Actuación.
  • Una evaluación final en 2029, al cierre del ciclo estratégico.

Para ello, se ha diseñado un sistema de indicadores estructurado en tres niveles:

  1. Indicadores de realización: miden el grado de ejecución de las acciones previstas (número de campañas, visitas a empresas, recursos invertidos…).
  2. Indicadores de resultado: valoran los efectos inmediatos de las acciones (como la mejora en formación, satisfacción de los participantes o alcance de las campañas).
  3. Indicadores de impacto: analizan los cambios a medio y largo plazo, especialmente en los índices de siniestralidad, enfermedades profesionales o cultura preventiva.

Además, se aplicará un enfoque transversal que incluye la desagregación por sexo y el análisis de colectivos vulnerables, lo que permitirá detectar desigualdades y ajustar las intervenciones. Esta evaluación no solo servirá para valorar lo conseguido, sino también para reorientar y mejorar las futuras acciones.

¿Qué se espera de la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024–2028?

La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024–2028 aspira a transformar la prevención de riesgos laborales en Andalucía, no solo desde un punto de vista técnico, sino también cultural y emocional. Uno de sus grandes retos es impulsar entornos laborales donde la salud mental y el bienestar emocional sean una prioridad, integrando herramientas como el mindfulness en las dinámicas de trabajo cotidianas.

Se espera que esta estrategia:

  • Reduzca significativamente los accidentes laborales, especialmente los provocados por factores psicosociales.
  • Genere organizaciones más conscientes, empáticas y emocionalmente saludables.
  • Fortalezca la cultura preventiva no solo entre las personas trabajadoras, sino también en los equipos directivos.
  • Posicione el bienestar como un activo estratégico dentro del tejido empresarial andaluz.
  • Normalice el uso de prácticas, como por ejemplo el mindfulness, como herramienta de gestión del estrés, mejora del clima laboral y prevención de conflictos.

qué se espera de la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo

¿Qué se espera de esta estrategia?

La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024–2028 marca un paso firme hacia entornos laborales más humanos, donde el bienestar emocional y la salud mental dejan de ser secundarios.

Se espera que la integración de herramientas como el mindfulness no solo contribuya a reducir la siniestralidad, sino que transforme la cultura preventiva desde dentro: más conciencia, más calma, más cuidado.

El reto ahora es incorporar estas prácticas de forma real y sostenida en las empresas andaluzas, superando resistencias y apostando por un nuevo modelo de prevención donde la atención plena sea parte del día a día.

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